Autora : JOSEFA CAMPOS ROMERO, PSICÓLOGA CLÍNICA. COLEGIADA Nº ANO-1389
 
Voy a comenzar este artículo con la pregunta: “¿Con lo que tengo, qué puedo hacer?” Una persona y su medio (un campo existencial según Perls). Una persona y unas circunstancias determinadas, en un momento determinado (todo ocurre en un tiempo, en un espacio y en un nivel de darse cuenta según Perls). Ahora quiero hacerme otra pregunta: “¿cómo puedo aprovechar todo lo que se da en un momento determinado para mi crecimiento y el crecimiento del otro, de los otros?”. Hay una persona y un medio, que es el medio que en ese momento determinado tiene “disponible” a su “disponibilidad”. ¿Dónde estoy yo, dónde está el otro, cuáles son mis funciones aquí y ahora, cuáles son las funciones del otro aquí y ahora, cómo puedo utilizar todo lo que tengo a mi disposición, para el desarrollo mío y del otro?. Esto es lo que tengo ahora y es lo mejor que puedo tener en este momento. Este es mi tesoro.

¿A dónde quiero yo llevar a un niño en su educación?. A que se realice como ser, como persona. ¿Qué tiene que hacer para realizarse? Tiene que empezar a ACTUAR, actualizar sus potencialidades y en esta actuación encontrará apoyos y límites (frustraciones) y todo esto le irá formando un “carácter” que una vez llegado a adulto tendrá que replantearse o no.

El proceso de crecimiento es connatural al ser, al niño, al hombre; está dentro de su naturaleza, es patrimonio de él. Al mismo tiempo este ser, este niño, este hombre, se desarrolla dentro de un ambiente y este ambiente va a poner a su crecimiento una serie de limitaciones y refuerzos (impulsos o incentivos). Es como si el camino de crecimiento y desarrollo del hombre fuese siempre desde una posición más potencial, más implícita, menos desarrollada, más cerrada, etc.; A una posición más explícita, más desarrollada, más abierta, más sensible, más en armonía con la Naturaleza y con el Universo.

¿Qué cosas diferencian al hombre del animal?. El animal busca la satisfacción inmediata de cualquier necesidad que se le presente, cualquier Gestalt abierta tiende a cerrarla con inmediatez.

El proceso de socialización del niño, es un proceso de aprender a esperar en un ambiente determinado, de cultivo de la paciencia en un medio concreto. Y es aquí en este ambiente, en este medio donde el niño va a desarrollar una serie de estrategias para sobrevivir, para obtener gratificaciones, para ser “feliz”. Puede suceder que el tipo de estrategias, decisiones que el niño tome, vayan en contra de su propio desarrollo, de su propio crecimiento, o por lo menos frenándolo; y se conviertan en un obstáculo para su evolución armónica.

¿Qué pasa cuando el niño ingresa en el medio escolar, en la escuela?

Hay dos estructuras de carácter que comienzan a interaccionar, o por lo menos una con otra en periodo de formación. Algo fundamental es el grado de aceptación y acogida del niño pro parte del maestro; de esta aceptación y acogida va a depender la cantidad y calidad de la actuación del niño en este ambiente determinado.

A mí me interesa particularmente los niños que son llamados por el sistema educativo “fracasados” o “problemáticos”. A mí me gusta ayudar al niño a que se agarre a la vida, a que trabaje por él, a que sea feliz.

¿Cómo se puede ayudar a un niño que “fracasa” en la escuela?.

Hay que darle CONFIANZA en que él puede y mostrarle con nuestra actitud y acción que nosotros creemos que él puede y mostrarle con nuestra actitud y acción que nosotros creemos que él puede. Vamos a darle nuestro apoyo (apoyo externo), hasta que él descubra su propio apoyo, su propio potencial (apoyo interno) y vamos a facilitarle y brindarle en la medida de nuestras posibilidades, los MEDIOS adecuados para que pueda pasar del lugar donde se encuentra al lugar donde se espera que esté él y donde él pueda sentirse una más entre sus iguales.

Según Perls: “Aprender es descubrir que algo es posible, crear, experimentar”y no sólo ingerir información. Si el niño se traga algo que es incapaz de asimilar, normalmente vomitará lo indigerible y el lado emocional de este vomitar es el disgusto.

A veces el niño llega a la escuela con una desconfianza total en sus capacidades; de modo que cada vez que se le plantea hacer una actividad dice: “yo no sé, yo no puedo”. A esto el maestro debe responder: “tú sí puedes y vas a ver cómo puedes”.

No importa el tipo y el grado de dificultar que el niño presente cuando llega a la escuela; siempre hay un camino para su desarrollo. Lo único que hay que hacer es motivar a ese niño y proporcionarle unos medios adecuados a su dificultad o dificultades. Aquí nuestro gran maestro es la madre Naturaleza; ella nos enseña con su práctica activa y nos muestra la evolución imparable de la vida en sus diferentes grados.

En la medida en que el niño se va dando cuenta de que puede, de que va consiguiendo pequeños logros; aumenta la confianza en sí mismo. Cada problema solucionado le hace más fácil la resolución del siguiente y cada solución aumenta su autoapoyo.

El darse cuenta de lo que está haciendo, le da al niño un sentido de sus propias capacidades, de sus habilidades y de su equipamiento sensorial e intelectual. Sencillamente, dándose cuenta de que lo que es capaz de hacer aumenta su área potencial de operación.

Una tarea importante es poner al niño en una situación de “potencia creadora”; esto significa darle unos instrumentos sencillos como modelo y herramientas, que él puede hacer vibrar de diferentes formas y crear distintos resultados; convirtiéndose así en el protagonista y director de su propio aprendizaje. Las creaciones que él puede realizar son infinitas. Por ejemplo, yo le presento al niño un cuadrado dividido en cuatro partes y le digo que haga uno igual al mío; si el niño no es capaz de hacer un cuadrado le doy una plantilla para que la resiga con lápiz o bolígrafo y la reproduzca. A continuación, yo dibujo cosas dentro del cuadrado, le dejo unos segundos la muestra a vista para que la retenga y seguidamente tiene que reproducir el modelo. Luego será él, el que me presente la tarea a mí. Ejemplos de modelos son:

Los modelos son infinitos, podemos meter dentro de los cuadrados lo que queramos. Y con esta simple estrategia trabajamos en el niño su atención, su memoria, su creatividad, su motivación, su discriminación visual, su lateralidad, etc. Esta simple actividad puede utilizarse con niños desde Educación Infantil hasta Educación Secundaria, aumentando o disminuyendo la complejidad del contenido del cuadrado. Una cosa importante es colocar el niño un distintivo en su mano derecha (puede ser un simple punto hecho con rotulador o una cruz); ya que el niño tiene que utilizar algo real como punto de referencia para hacer una buena discriminación y orientación espacial.

Cuando el niño realiza este tipo de actividades está totalmente concentrado y en estas situaciones se puede comprobar lo que Perls decía: “Está demostrado que el elemento esencial en todo progreso, en todo éxito, es la concentración. También se ha probado que la concentración tiene algo que ver con el interés y la atención y con frecuencia se emplean los tres conceptos como sinónimos. Interés significa estar en una situación; concentración significa penetrar exactamente en el centro (núcleo, esencia) de la situación; y atención significa que se dirige una tensión hacia un objeto. Estas tres definiciones son descripciones sencillamente de un estado, una actitud y una dirección. Se describe mejor la concentración correcta con la palabra fascinación; aquí el objeto ocupa el primer plano sin esfuerzo alguno, desaparece el resto del mundo, dejan de existir el tiempo y el contorno; no brotan conflictos internos o protestas contra la concentración. Como cada parte de la personalidad está coordinada y subordinada temporalmente a un solo propósito, no es difícil darse cuenta de que esta actitud es la base de todo desarrollo. (Lo que dice Perls sería la descripción de la atmósfera adecuada para trabajar con niños que presentan dificultades de aprendizaje).

Siempre hay que tener en cuenta que el afán de conocer, descubrir, investigar, progresar, evolucionar, es connatural al hombre; ésta sería la motivación interna. Pero pueden existir factores externos que ensombrezcan este desarrollo natural, como por ejemplo problemas familiares de: alcoholismo, drogas, malos tratos, falta de recursos, nacimiento de un hermano, etc. Cuando la motivación interna está afectada, la externa (juegos, canciones, distintas estrategias, etc.) tiene que hacerse mucho más potente para lograr despertar y enganchar a la interna.

Si a través de un juego (motivación externa), el niño domina una actividad o reto que el educador le propone, aumenta su satisfacción personal, la seguridad en sí mismo y su autoapoyo y puede que se encienda alguna lucecita de su motivación interna.

Zinker dice: “Jugar significa advenir a la vida, experimentar al otro con ojos vivientes. El innovador (el educador) busca claves, indicios y sendas que le brinden acceso a los espacios desconocidos de otra persona”.

Desde la Gestalt pensamos que el hombre se crea a sí mismo, y que la máxima energía aplicable a este esfuerzo prometeico proviene de la toma de conciencia y de la aceptación de sí mismo tal como es en el presente.

El CONTACTO es la savia vital del crecimiento, el medio de cambiar uno mismo y la experiencia que uno tiene del mundo. Este contacto es fundamental entre educador y alumno. Hace falta una disciplina inmaculada y una curiosidad gozosa de parte del maestro para poder acompañar y guiar el proceso de aprendizaje del niño, evitando acosarlo prematuramente o frenarlo a causa de ideas preconcebidas o prejuicios. Lo ideal sería que sea el niño el que vaya marcando su ritmo o progreso y que no sea el maestro el que le ponga límites o techo a su desarrollo; sino que sea el niño el que marque su propio proceso y límites.

El educador debería potenciar al máximo la búsqueda de soluciones por parte del niño a las dificultades, que se le van presentando en su proceso educativo.

Piaget ha observado que cada vez que le adelantamos al niño una “respuesta correcta”, le impedimos aprender a inventar por sí mismo muchas respuestas correctas nuevas. La acción contiene las semillas del conocimiento interno, un conocimiento que abarca la ampliación de las propias fronteras y la conciencia que así se asimila.

Una habilidad no puede aprenderse bien hasta que se ensaya. Ensayándola, bajan los umbrales de riesgo del individuo y al bajar los umbrales aumenta su seguridad, su autoestima.
En la medida que el niño va tendiendo confianza en sí mismo y se atreve a experimentar, aumenta la sensibilidad para captar los requerimientos del nuevo aprendizaje. Si el niño cuenta con un apoyo contínuo en su desarrollo, puede asimilar los errores, se da la oportunidad para ensayar nuevos métodos, y todo esto propende a afianzar las nuevas experiencias y a trasmutarlas en una lozana realidad.

Dijo Martin Buber: “ Cuando un hombre canta y no puede elevar su voz y otro viene y canta con él, otro que puede elevar su voz, el primero también podrá elevar su voz. Este es el secreto del vínculo entre las almas”

De igual manera el niño que llega a la escuela y quiere aprender a leer, a descubrir, a experimentar, etc.: necesita de otra persona capaz de guiarlo. Y cuando el niño se engancha al proceso, éste empieza a caminar casi por sí solo.

Joseph Zinker habla del aprendizaje TAO que se produce cuando un individuo experimenta su propia fuerza de movimiento y sus posibilidades exploratorias.

Es importante que un niño aprenda a valorar y disfrutar su soltura de movimiento y en el trayecto de su crecimiento; es importante que sienta al educador más como un lubricante que como la fuente de su conocimiento.

En definitiva: una buena plataforma desde donde partir y moverse para la educación del niño sería aquella que acepta al niño tal cual es y está partiendo de esto; lo trata de ir motivando cada vez más en su aprendizaje, proporcionándole medios y modos adecuados al proceso de desarrollo en el que se encuentra y lo va alentando a convertirse en un activo buscador, investigador y actor de su propio aprendizaje y de los medios y modos para conseguir éste.
Perls decía: “ El hombre se trasciende a sí mismo únicamente por la vía de su verdadera naturaleza: jamás por medio de la ambición y de las metas artificiales”.

BIBLIOGRAFÍA:

– Campos, J.: “Yo juego, ¿Y tú?”. Método de lectoescritura para niños con dificultades de aprendizaje. Aljibe 1993.

– Naranjo, C. : “La vieja y la novísima Gestalt: actitud y práctica”. Cuatro Vientos 1989.

– Palacios, J.: “Apuntes de Psicología Evolutiva”.

– Peñarrubia, F. : “Terapia Gestalt, la Vía del Vacío Fértil”.

– Perls, F. : “El Enfoque Gestáltico. Testimonios de Terapia.”. Cuatro Vientos 1976.

– Zinker J.: “El Proceso Creativo en Terapia Gestalt”. Piados 1979

Enfocando la educación desde la Gestalt

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