Autora: Pepa Campos

El patriarcado impide el desarrollo del ser que somos. Cuando alguien impone su criterio sin dejar espacio para el criterio del otro imponiéndolo por la fuerza, no deja espacio para el desarrollo del ser de la otra persona y a la persona sólo le quedan dos opciones o rendirse o rebelarse. Rindiéndose se mata a sí mismo, rebelándose tampoco da espacio para el desarrollo de su ser porque su conducta es como reacción a lo que la otra persona le impone. Y cómo reacciona se queda pegado a la otra persona y no da espacio para el desarrollo de su ser, para lo que realmente necesita. Lo que hace la dictadura es tú o yo, como si solamente existiera un solo sitio, cuando en realidad el mundo está lleno de lugares y tenemos espacio ambos tú y yo para estar bien. Ni yo tengo que ocupar tu sitio ni tú tienes que ocupar el mío: hay sitio para los dos. La mente patriarcal sólo ve un sitio y no respeta el lugar que ocupa el otro. Desde ahí nunca puede haber paz, siempre habrá guerra en el mundo. A no ser que una de las partes esté muy crecida y se dé cuenta del infantilismo de la otra parte y le ayude a crecer. Yo hago lo mío y confío en que la vida hará lo suyo, lo que me corresponde a mí lo hago y eso me da autoapoyo y el autoapoyo me da fuerza para vivir mi vida. Cuando yo hago lo mío y confío en que la vida haga lo suyo estoy teniendo Confianza, que es Fe en la Justicia Cósmica. Cuando yo hago lo mío y confío en que la vida haga lo suyo tengo Alegría de Vivir. En la fuerza la confianza y la alegría se apoya el desarrollo sano del ser humano y naturalmente sale amor de mi corazón.

El que ostenta el patriarcado tiene miedo, porque no se siente valioso y no se siente valioso porque no tiene autoapoyo y desde la falta de autoapoyo impone el terror a los demás para conservar su lugar porque no se fía de tener ese lugar, sino es, con la imposición del terror. No hay fuerza interna para mantenerse a sí mismo. Si hubiera fuerza interna no habría necesidad de suprimir al otro, sino que habría posibilidad de escuchar al otro.

¿Cómo se desarrolla el apoyo interno?

1. Escuchándome; escuchándome yo me doy espacio para ser, me autoapoyo, construyo suelo debajo de mis pies.

2. Actuando; una vez que me he escuchado y me he dado cuenta de lo que me pasa, actúo en consecuencia según lo que es bueno para mí, y ahí me vuelvo a autoapoyar, vuelvo a construir más suelo debajo de mis pies. Por ejemplo, si escuchándome me he dado cuenta de que en la relación con determinada persona me duele la cabeza, ahí escucho lo que me pasa y una vez escuchado actúo en consecuencia, que puede ser que lo hable con esta persona o que me aleje de ella, por ejemplo.

3. Me responsabilizo de las chispas que salen cuando yo cojo el lugar que me corresponde o defiendo lo que yo quiero.

4. Soporto las dificultades que surgen de mi toma de decisión.

5. Busco por dónde continuar mi vida; es decir donde hay espacio para poder ser como yo quiero ser y que nadie me lo impida, ni me ponga trampas por el camino.

6. Disfruto de mí mismo y de la vida.

7. Doy gracias porque la vida me ha enseñado el camino para seguir creciendo ¿Cómo no quedarse resentido con las agresiones que te hace la vida? Dándote cuenta de que es una oportunidad de crecimiento. Si analizas lo que ocurre en el conflicto vas a aprender mucho de ti, vas a aprender tu forma de reaccionar y la forma de reaccionar de la otra persona y ahí vas a comprender mejor cómo funcionan los seres humanos. Vas a tener mayor conocimiento y desde ahí mayor libertad.

A PROPÓSITO DEL PATRIARCADO EN LA EDUCACIÓN Y EN LA VIDA EN GENERAL

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