Vivimos en un mundo que nos empuja constantemente hacia el futuro: productividad, metas, rendimiento, inmediatez. Y, al mismo tiempo, nuestra mente tiende a volver una y otra vez al pasado: lo que hicimos, lo que no hicimos, lo que debimos hacer.

En medio de este vaivén, la Terapia Gestalt trae una propuesta sencilla y poderosa:
volver al aquí y ahora.

En Jera, donde trabajamos desde este enfoque desde hace décadas, entendemos que la presencia es la puerta de entrada a cualquier proceso de cambio real.

¿Qué significa vivir en el aquí y ahora?

No se trata de olvidar el pasado ni de desentendernos del futuro. Se trata de habitar plenamente cada experiencia, poniendo consciencia en lo que sentimos, pensamos y hacemos en este momento.

El aquí y ahora nos permite:

• percibir nuestro cuerpo,

• registrar nuestras emociones,

• identificar nuestras necesidades,

• darnos cuenta de nuestros patrones,

• elegir cómo actuar.

Es un ejercicio de autenticidad y responsabilidad.

Por qué nos cuesta tanto estar presentes

La mente humana salta con facilidad entre recuerdos, anticipaciones, interpretaciones y fantasías. Algunas veces esto nos protege; otras, nos desconecta.

Muchas personas viven con ansiedad por lo que vendrá o con culpa por lo que fue. La presencia se vuelve un acto de valentía: mirar lo que está ocurriendo dentro, sin distracción.

En la terapia Gestalt acompañamos este proceso con herramientas corporales, emocionales, relacionales y creativas para facilitar ese regreso al contacto.

Beneficios de cultivar el aquí y ahora

• Reduce la rumiación mental y el estrés

• Mejora la regulación emocional

• Potencia la escucha interna

• Favorece relaciones más conscientes

• Aumenta la claridad y la toma de decisiones

• Conecta con la espontaneidad y la vitalidad

Estar presentes no es un estado permanente, sino un movimiento constante: volver una y otra vez a uno mismo, a lo que sucede ahora.

El aquí y ahora como camino terapéutico

En Jera trabajamos la presencia no como técnica aislada, sino como base de la experiencia Gestalt. A través de dinámicas corporales, diálogo, movimiento, trabajo expresivo o experimentos terapéuticos, la persona aprende a observarse y sostenerse con mayor consciencia.

Ese darse cuenta es el inicio de la transformación.

Un espacio seguro para reconectar contigo

La presencia se cultiva en compañía. Por eso nuestros procesos —tanto individuales como grupales— ofrecen un entorno cálido y profesional donde explorar tu forma de estar en la vida.

Volver al aquí y ahora es volver a ti.