Durante años ha perdurado la creencia de que los hombres son tan valientes que podemos lidiar con nuestros problemas sin recurrir a alguien más. Desde la infancia se nos enseña que no debemos llorar y mucho menos mostrar nuestras debilidades.
Y también somos seres humanos que luchamos con conflictos todos los días, tanto en el trabajo como en las relaciones.
El desafío de estos encuentros es ofrecer un espacio tanto físico como humano, formado por hombres interesados en su desarrollo personal en relación. Un lugar donde Hombres nos reuniremos con otros hombres.
La esencia de estos encuentros es el permiso a la expresión en la libertad de nuestras experiencias.
Hombres, compartiendo la masculinidad, el liderazgo, la fuerza, el poder, la paternidad y el amor; las exigencias de grandeza y la eficacia. Contamos con la confianza, el respeto, la reflexión y trabajo en la experiencia de ser hombres, para adentrarnos en la filosofía, ritos, relatos, danza, arquetipos, la música, dramatización, con silencio, escucha y meditación.
Hombres capaces de indagar en las raíces de la masculinidad, alejándonos de los viejos modelos y abiertos a las nuevas expresiones y vivencias, en un mundo tan cambiante como veloz. Vivir en relación sincera y satisfactoria con otros hombres donde recibir el apoyo y compartir, aprendiendo a inspirar en un mundo tan cambiante como veloz.